Cαριтυlσ Sєsєитα&Cιиcσ.

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Sigo asustada. Sigo cagada de miedo. Me he quedado ya sin uñas comiéndome el coco de saber que ha pasado con Justin. Roberto ha quedado de llamarme cuando despierte, pero él muy idiota no lo ha hecho. ¿Y si muere? Joder no, no me hago a la idea a pesar del daño que me hizo.
 

-  Me ha dicho tu madre que Justin ha sufrido… un accidente- me dice mi abuela sentándose a mi lado- ¿Qué ha pasado?
 

  Yo miro a mi abuela, que me ofrece una taza de té, la cojo y doy un sorbo indecisa de hablar, ella me mira tranquila, pero con gesto serio. Ella sabe perfectamente bien cual ha sido ese “accidente” mi madre se puso histérica en cuanto se entero de que Justin se drogaba y me ha prohibido acercarme a él. Pero francamente, pienso ir a verle de todas formas. Sin que ella se entere, claro esta.
 

- Bueno, ¿me lo cuentas o tengo que adivinar?- me saca de mis pensamientos, la miro atenta, con ella no puedo tener secretos-

- Justin tuvo una sobredosis- hablo en voz baja, aunque no me explico porque-

- Eso ya lo se. Lo que quiero saber es porque, y que hacías tú con él en el momento que le pasó.

- Abuela, no pienses mal. Yo ni siquiera bebo. Lo que paso fue que Roberto, un amigo suyo, hablo conmigo y me dijo que él lo estaba pasando mal desde que lo dejamos… desde que le deje. Y bueno, no paraba de drogarse y esas cosas, así que fui a intentar convencerle de que lo deje y… entonces pasó- digo apenada-

- Así que se drogaba por ti- dice tranquila, como si no le sorprendiera-

- Si, y no puedo evitar sentirme culpable…

- ¿Culpable? No, cielo. Nunca te sientas culpable de las idioteces que cometan otros.

- Es que abuela, si lo hubieses visto… fue muy fuerte para mi- digo con lagrimas en los ojos-

- Dime una cosa, ¿él solía drogarse antes?

-  No. Bueno, él fuma marihuana- susurro- pero, nunca se drogaba de esta manera.

-  Vaya…

- ¿Qué pasa abuela?- le pregunto al ver su silencio, ella me mira con cierta tristeza-

- Que me gustaba ese chico para ti.

- ¿Y ya no te gusta?

- Cariño- dice acariciándome el pelo- que un chico se eche a la droga porque le dejen, no dice nada bueno de él ¿no crees?

- Pero esto también quiere decir que me quiere- digo mordiéndome el labio- ¿no?

- Si. Pero ¿acaso quieres a un hombre a tu lado que resuelva sus problemas con la droga?

- No. Claro que no- digo tajante- pero no puedo evitar sentir… pena.

- Cariño, no te engañes- dice con una sonrisa- tu no sientes pena, sientes amor.

- Entonces, ¿Qué debo hacer?- le pregunto mordiéndome el labio-

- Como abuela te digo que dejes de tratar a ese chico, sé que no te traerá nada bueno cariño, y aunque no me has querido contar la razón de porque le dejaste, existe y ha sido lo bastante fuerte para que quisieras alejarte del chico al que quieres ¿no?- yo solo asiento- pues hazle caso a la abuela, además, tu madre suficientes problemas tiene ya como para preocuparse de que su niña este con un drogadicto. - la abuela se levanta dejándome pensativa como abuela me dice eso porque quiere protegerme.-

- ¿Y como mujer? - ella se detiene y me mira- ¿Qué me dices?

- Que hagas lo que te diga tu corazón. Yo te querré igual.

Justin ~


Ana, mi supuesta madre, solo habla sin parar, yo la miro, no estoy prestando ningún tipo de atención a sus palabras. Porque realmente no me importan. Ya no me importa nada de lo que ella suelte por esa boca.
 
Veo que se le escapan algunas lagrimas que intenta disimular, yo miro a otro lado evitando mirarla, odio cuando llora. Porque joder, si, a pesar de todo esta gilipollas es mi madre.
 

Pienso en como todo cambio, en como todo se fue a la mierda de un momento a otro, sin darnos a penas cuenta. En Barcelona éramos medianamente felices, nos llevábamos bien, siempre habían discusiones pero lo típico, nada con importancia, pero entonces mi madre se quedo sin trabajo y eso comenzó a notarse en casa. No faltaba comida, claro que no, mi padre tenía un buen sueldo.
 

Pero su actitud con nosotros comenzó cambiar, le molestaba ver a mi madre sentada en el sofá viendo la televisión, le molestaba verla reír hablando por teléfono con alguna amiga, le molestaba que me mimara como solía hacerlo, le molestaba absolutamente todo de ella. Y entonces las discusiones se volvieron diarias, cada día eran peores, mi padre comenzó a faltar al trabajo por irse a beber, llegaba a altas horas de la noche por estar con sus “amigos“.
 

Mi madre lo sabía. Él le era infiel. Y yo no lo entendía, joder tenía 14 años y no entendía porque mi madre le aguantaba tanta mierda. Un año después, nos mudamos a Madrid, mi padre había perdido el trabajo y vino haber si encontraba algo, entonces fue cuando mi madre comenzó a hablar con mi tío, Martín, él le consiguió un trabajo. A ella, en una casa de familia, mientras mi padre seguía sin encontrar nada y eso sé que le frustraba. Martín le pudo haber conseguido algo, como ha hecho conmigo, pero le odiaba.
 

  Charlie, como se llama mi padre, empeoro con su actitud. También pareció odiarme a mi. Y las peleas en casa eran ya una rutina, así que me fui a la calles, allí pasaba el día, solo iba a casa a comer y no regresaba hasta en la noche, mi padre decía que sería un fracaso, yo le miraba y me reía de él. Estudiaba cuando habían exámenes, solo para callarle la boca.
 

Le pedí a mi madre que nos fuéramos lejos de él, que le pidiera el divorcio, pero ella se negó. No lo entendí, ella no le quería. Pero una noche llego mi explicación cuando lo encontré golpeándole. Allí comenzó toda la guerra.
 

- Justin, ¿me estas escuchando?- me pregunta acariciándome la cara, yo aparto su mano bruscamente-

- No. ¿Es que no te das cuenta que no me importa lo que digas?

- Hijo, solo quiero saber porque lo has hecho. ¿Por qué te haces ese daño a ti mismo?

- ¿Acaso te importa? ¿o solo quieres quedar bien?

- ¿No te das cuenta? ¡Te quiero, hijo!

- ¡No mientas!- le grito- si me quisieras estarias a mi lado, me hubieras preferido a mi… sin embargo, sigues con él.

- Cariño, ¿Cuántas veces te tendré que pedir perdón por eso? Lo siento, yo… sé que hice mal pero…

- Pero nada- la corto sin mirarla- no te lo diré más, vete. Si lo que querías es ver como estoy, ya me ves, estoy bien. No ha sido tan fuerte. Ahora lárgate.

- Por favor prométeme que no lo harás más- me suplica, yo la miro con indiferencia durante unos segundos, me gustaría decirle que si, que haré lo que me pida si decide irse conmigo y dejar a Charlie. Pero me callo.-

- Haré lo que me de la gana, soy mayor de edad. No quieras hacer el papel de madre que tenías que haber hecho antes.
 

Me mira realmente dolida y con lagrimas en los ojos sale de la habitación.

 Yo me recuesto en la cama, suspiro profundamente. Mi vida es cada vez peor.
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Vale, quizás me pasé un poco... Justin le habla realmente mal a su madre, pero se lo merece, ¿o no?
En fin, no tengo nada que contaros... porque claro, no os importaría.
A si que, no mareo mas, disfrutad leyendo, os quiero.








4 comentarios:

Ahora es tu turno para hacerme sonreír.