Maratón de Capitulo 56 a Capitulo 59.


             Cαριтυlσ Cιиcυєитα&Sєιs. Maratón 1/4.


Cuando ya estamos lo suficientemente alejados, me separo de Dani reprimiendo las ganas de llorar.

 Él se queda a mi lado mirándome confuso, por mi repentino cambio y cuando intenta acercarse a mi para abrazarme le aparto. Haber hecho lo que hice no me esta haciendo sentir del todo bien, me sigue doliendo lo que hizo. Y ahora no se si estuvo bien lo que le hice yo.
 

- ¿Qué pasa?- me pregunta preocupado- ¿Por qué te pones así?

- Nada, no te preocupes. Será mejor que me vaya a casa- cuando me doy media vuelta dispuesta a irme él me toma por el codo-

- ¿Qué te vas? ¿no crees que me merezco una explicación? No entiendo nada. Primero pasas de mi, me dices que estas con el gilipollas ese, pero después me llamas y me coqueteas con él delante… y lo dejas humillado delante de todo el mundo, y ahora parece que vas a llorar o algo por el estilo ¿Qué es lo que esta pasando, princesa?- me dice con más suavidad acariciándome la mejilla-

- Lo siento mucho, Dani. Creo que haberte utilizado fue un error, no quiero confundirte o que pienses que ahora tu y yo… ya sabes.

- ¿Qué no quieres confundirme?- dice exasperado- ¡pues lo estas haciendo! ¿me has utilizado? ¿para qué, darle celos? - pregunta molesto-

- Lo siento- susurro-

- No te entiendo, definitivamente nunca te entenderé. Sabes que yo te quiero, ¿y tu solo me usas? - dice realmente dolido-

- Lo siento, de verdad. Pero tenía que hacerlo, Justin solo jugo conmigo- me justifico-

- ¿Y por eso tienes que hacerlo tu conmigo?- me susurra con las lagrimas en los ojos-
 

Me siento fatal. ¿en que pensaba cuando llame a Daniel? Me enfadé porque Justin jugase conmigo, y sé que él se merecía lo que he hecho, e incluso algo peor. Pero ¿y yo que hago con Dani? Él es el que menos se merece que lo utilice, que no lo valore. Él es el único chico que parece quererme realmente.
 

- Perdóname, sé que hice mal.

- Esta bien- dice después de un rato y sonríe- ¿Sabes? Me alegro que te hayas dado cuenta de que con él, no ibas a ningún sitio, sabía que esto pasaría… ¿Qué te hizo?

- Lo peor que me pudo haber hecho- susurro- solo fui una apuesta - y no puedo evitar que se me salgan algunas lagrimas- ¿sabes lo que significa eso? Es un cerdo, una basura.- digo con rabia y limpio mis lagrimas-

- Que hijo de puta- dice molesto- pero que bueno que te diste cuenta antes de… ya sabes, llegar a algo más- yo me muerdo el labio avergonzada y me sonrojo, él lo entiende y me mira incrédulo - dime que no- comienza a alterarse-

- En realidad, la apuesta se trataba de eso- murmuro-

- Lo mato, ¡yo mato a ese cabrón!
 

Daniel esta demasiado alterado y yo intento mantener las distancias mientras él sigue insultándole y dando vueltas enfadado, de repente se detiene y veo como regresa de camino al instituto, yo me alarmo, pues creo que sé lo que pretende. Y no quiero que él se meta en líos por mi culpa.

Intento detenerlo pero él me ignora.

 En cuanto llegamos (yo detrás intentándole detenerle), vemos a Justin, que ahora esta sentado en un banco con la cabeza agachada, y parece pensativo ¿y triste?

 Sacudo la cabeza, imposible.

 Y antes de darnos todos cuenta Daniel se le lanza encima pillándole desprevenido.

 Justin parece desorientado al recibir el golpe y empuja a Daniel lo más fuerte que puede.
 

Se incorpora y nos mira, a ambos, yo ayudando a levantar a Daniel y pidiéndole que nos vayamos, mi mirada se encuentra con la suya y juro que es la primera vez que parece mirarme con verdadero odio y rencor.

 Daniel aprovecha ese momento en el que me quedo perdida en Justin y se suelta de mi, le propina otro puñetazo a Justin, yo me llevo las manos a la boca reprimiendo un grito, es la primera vez que veo que Justin se deja golpear.

 Daniel le pega otro y sin embargo Justin sigue sin hacer nada.

         
             Cαριтυlσ Cιиcυєитα&Sιєтє. Maratón 2/4.

Roberto que ve como Daniel ya le ha dado más de un golpe a su amigo sin que este haga nada, decide meterse, y golpea a Daniel lazándole al suelo, se sube encima de él y mientras se insultan mutuamente los demás miran encantados, yo no puedo evitar acercarme a Justin, que sigue tirado en el suelo sangrando por el labio.
 

- ¿Estas bien?- me insulto mentalmente por parecer tan preocupada- no quería que esto pasara.

- ¿Estas segura? No pensé que fueras tan puta- me dice con rabia y odio-
 

  Se levanta sin apenas hacer esfuerzo y separa a Roberto y Daniel con ayuda de los demás, lo aparta y le pega un puñetazo a Daniel, entonces hace señas a dos de sus amigos, Roberto sonríe con malicia y levanta con ayuda de otro a Daniel, los dos lo sujetan por detrás y lo ponen recto, Justin se pone delante de él, yo comienzo a temblar y entonces veo como le da un puñetazo por el estómago.
 

- No, Justin, ¡para!- le grito cuando le da otro, me lleno de rabia y me pongo delante. Justo cuando Justin levanta la mano para pegarle en la cara, la detiene a mitad de camino y me mira con rabia-

- Quítate- me dice entre dientes, yo niego con la cabeza temerosa a que esa mano termine por estampármela en la cara - no te lo diré mas veces Jiménez, ¡aparta!- me grita-

- ¿O sino qué? - grito- ¿me pegaras? Primero, me usas, y ahora ¿qué? Serás capaz de pegarme, francamente no me extrañaría.

- ¿De que coño hablas? ¿Usarte? Fuiste tu la que actuaste como una autentica zorra.
 

No me aguanto y le termino pegando una bofetada, tan fuerte y sonora que me arde la mano, Justin voltea la cara por mi golpe y enseguida se le pone roja la mejilla y la marca de mi mano, se lleva la mano a la mejilla y me mira de manera peligrosa, doy un paso atrás temerosa y choco con el cuerpo de Daniel, que sigue forcejeando por soltarse y ahora con más insistencia pues Justin da cortos paso hacia a mi mientras sus amigos nos rodean con diversión, quizás imaginándose lo que él me hará.
 

Trago en seco y cuando el me rodea por la cintura comienzo a patalear y temblando por miedo le golpeo con los puños cerrados, él me levanta despegando mis pies del suelo y yo grito asustada, no solo a él sino por temerle a que me tenga por el aire en sí.

 Sigo pataleando y gritándole cosas incapaces de comprender y escucho como Daniel le grita que me suelte mientras le sigue insultando, veo de reojo como uno de ellos le golpea para que se calle y él gimotea y lo hace mientras nos mira.

Sus amigos se ríen, quizás les parezca cómico ver como Justin da medias vueltas intentando tranquilizarme, supongo, conmigo mientras yo pataleo y grito como loca.

 Al final se detiene y me suelta , haciendo que caiga al suelo, le miro y sigue parado delante de mi, con el semblante serio, me vienen las lagrimas a los ojos y algunas se me escapan, él parece sentirse mal por eso y me toma por la cintura levantándome, lo tengo tan cerca, que me estremezco, levanto la cabeza y me encuentro con su mirada fija en mi. En ese momento me olvido de todo, de los murmullos de los demás y sus intensas miradas, de Daniel jimiqueando.
 

- ¿Por qué?- le pregunto dolida- ¿Por qué a mi, Justin?

- No entiendo de que hablas.

- Lo se todo. Sé que soy solo una apuesta para ti. - me alejo un poco de él- eso duele ¿sabes?
 

Él parece sorprendido por un momento, pero ya asimilado, solo me mira, diría que casi con tristeza y pena, aunque no se si quiero que él sienta eso por mi.

 Le hace señas a los chicos de que suelten a Daniel, ellos obedecen, es en ese momento que me doy cuenta que tienen un rollito muy extraño, pues a todo lo que Justin dice ellos hacen y siempre están cuidándole las espaldas.

 Veo como se marchan todos, Roberto solo se aleja un poco más y miro a Daniel, que parece estar indeciso, esta mal herido como para querer seguir peleando con Justin pero sé que no me quiere dejar sola.

 Le hago señas de que estará bien, y se marcha entre quejidos.
 

- Yo… no se que decirte.

- No hace falta que digas nada- digo con rabia- ya sé todo lo que tengo que saber. Y es que no mereces la pena, eres un asco, Justin.

- Tu no lo entiendes- dice molesto-

- Es que no hay nada que entender, Justin. Lo que hiciste conmigo están despreciable y… tan bajo, lo mires por donde lo mires no tiene explicación.

- Lo siento- susurra tan bajo que apenas y lo escucho-

- ¿Qué lo sientes?- yo río sarcástica- no me hagas reír. Si lo sintieras, no me hubieras hecho esto ¿no crees?

- Sé que hice mal, pero… en verdad, no quería lastimarte- Justin se acerca a mi y me toma las manos entrelazándolas con las suyas- lo último que quería era herirte.

- ¿Por qué tendría que creerte?- pregunto soltándome bruscamente de su mano-

- Por que yo… siento cosas y… joder esto es más difícil de lo que pensé- dice revolviéndose el pelo- de verdad que no quiero hacerte daño.

- Pues ya lo has hecho- digo enfadada, más que antes ¿Qué iba a decir? ¿Qué me quería? Si lo hiciese de verdad, no le costaría tanto decirlo- ¿Sabes qué? Esto no tiene sentido. Será mejor que cada uno vaya por su lado, y ya. Olvidemos esto. Olvidemos todo lo que paso entre nosotros, a fin de cuentas, fue todo mentira ¿no? - él abre la boca para hablar pero no le dejo- no me interesa lo que quieras decir, no quiero tus excusas, no quiero más mentiras. Ya me has lastimado lo suficiente. Esto se acabo, Justin.
 

                Cαριтυlσ Cιиcυєитα&Ochσ. Maratón 3/4







 
 
Me marcho dejándole con la palabra en la boca, de verdad, que no quería escucharle más. No quiero estar cerca de él. No quiero que me haga daño. Él dice que es lo último que quiere pero, ¿acaso no lo hizo? ¿acaso no lo pensó al utilizarme de esa manera?
 

Llego a casa y evito hablar con mis abuelos, quienes me miran extrañada pues últimamente siempre llegaba con un sonrisa gracias a Justin.

 Me encierro en mi pequeña habitación, me tiro en la cama bajo las sabanas de pies a cabeza, queriéndome sentir segura, protegida de alguna manera, sollozo bajo, dándole vueltas a todo. Mi vida ha cambiado totalmente. Todo ha dado un giro que, ahora, me hubiera gustado que siguiera como antes.
 

Cuando yo veía a Justin como uno más, un chulo prepotente que no merecía mi atención aunque a veces la conseguía, cuando todo con las chicas era divertido, ahora estamos bien, pero ¿hace cuanto no salgo con ellas? Cuando mis padres estaban bien, en casa, incluso antes de que estuviesen en el paro y nuestra situación económica era mejor.
 

Cuando mi vida era más fácil.
 

- Cielo, ¿pasa algo? - me pregunta mi abuela desde detrás de la puerta, paro de llorar rápidamente y me incorporo en la cama- déjame pasar, anda- dice intentando abrir la puerta-

- Espera ya te abro- le digo levantándome de la cama, antes me miro en el espejo y noto que mis ojos están rojos, se nota que he llorado, suspiro profundamente antes de abrirle con una sonrisa- ¿Qué pasa, abu?- le pregunto como si nada-
 

Ella me mira con una ceja enarcada y entra a la habitación, se sienta en la orilla de la cama y desde allí me llama con cariño en la mirada, me acerco tímida y me siento en el suelo delante de ella, presiento que sabe lo que me sucede y yo no tengo ánimos para hablar del tema.
 

- Eso lo debo de preguntar yo. ¿Qué ha pasado?- dice acariciándome la mejilla, yo reprimo las ganas de llorar de nuevo-

- Nada… es que- me encojo de hombros porque no puedo seguir hablando y me seco las lagrimas. Mi abuela no dice nada, simplemente me abraza, estrechándome fuerte entre sus brazos, como si supiera que necesito ese abrazo, sin necesidad de un “todo irá bien” porque me lo transmite, y me lo creo.-

- Hay más peces en el mar- me susurra al oído, la miro confusa y entonces lo entiendo, al pensar en su frase me sale una mueca.-

- Ya… pero él era mi tiburón- susurro muy bajo, más para mi misma que para ella-

- Esto te parecerá que es lo que dice todo el mundo, pero… si de verdad siente algo por ti, vendrá.

- No, abuela. No al menos después de lo que le hice- dice mordiéndome el labio para evitar llorar-

- El amor todo lo perdona. Si no, créeme que tu abuelo y yo, no estaríamos juntos.

- Es diferente abuela, él no me quiere, nunca me ha querido y nunca me querrá. - sentencio dolida-

- ¿Cómo puedes estar tan segura? - yo le miro atenta mientras ella permanece serena y acariciándome el pelo-

- Porque si me quisiera, no me lastimaría.

- ¿Sabes una cosa, cielo? Tu abuelo también me lastimo y mucho. - la abuela mira al frente, pero sé que no mira nada que este en mi habitación, sino sus recuerdos y sonríe con añoranza- él era el típico chico vago, que no estudiaba, que se la pasaba en la calle de fiesta, que bebía y fumaba, ya sabes, ese tipo de cosas que hoy en día hacen muchos jóvenes y no solo un pequeño grupo como en mi época. - entonces rió- yo tampoco era una santa, era rebelde y al conocerle me deje contagiar más de él, pero nunca llegue al extremo de drogarme o ese tipo de cosas. Solo me la pasaba bien y era feliz junto a él.

- Y entonces, ¿Por qué dices que el abuelo te hizo daño?

- Porque le era imposible serme fiel- dice con cierta tristeza y entonces sonríe- lo llegue a pasar muy mal, yo siempre le perdonaba, hasta que un día me canse. Y en ese momento el abuelo se dio cuenta de todo lo que me quería. - hizo una pequeña pausa y suspiro profundamente- me marche a Tenerife, allí conocí a nueva gente y estaba comenzando a ser feliz, pero entonces, un año después, él apareció en la puerta de mi casa con un ramo de flores.

- Guau abuela, eso es muy bonito y dice mucho del abuelo- digo con una sonrisa al imaginármelos-

- Si, pero no te creas, le hice rogar- dice riendo y guiñándome un ojo-

- Pero al final caíste en mis fuertes brazos de nuevo- dice el abuelo desde el marco de la puerta totalmente erguido y con una sonrisa de superioridad y orgullo-

- Bah, tonterías- dice la abuela haciendo un gesto con las manos de quitarle importancia- me diste pena - yo me echo a reír por la cara que se le quedo al abuelo y la abuela se acerca a él con una sonrisa coqueta y le da un piquito, me mira y me guiña un ojo- quizás tu tiburón- dice sonriendo pícara- ahora se de cuenta de lo que ha perdido. Y si es un hombre de verdad, te recuperará. - dice antes de salir con el abuelo detrás pidiéndole comida-
 

Me quedo pensando en las última palabras de mi abuela.

 Sonrió por un momento, me encantaría que pasase, que mi reconciliación con él fuera tan bonita como la que parece que tuvieron mis abuelos, pero eso solo es un sueño. Puede que simplemente Justin no me quiera recuperar, que yo no signifique nada para él.


          Cαριтυlσ Cιиcυєитα&Nυєvє. Maratón 4/4
Justin ~

 
  Despierto desorientado, buscando el maldito ruido que me martilla la cabeza, lo veo en mi mesilla de noche, lo cojo y lo estampo contra la pared, el despertador cae hecho añicos en el suelo. Gruño cabreado. Vuelvo a apoyar mi cabeza sobre la almohada.
 

Me maldigo de nuevo, no acabo ni de despertar bien y ya estoy pensando en ella. Si, en esa niñita de pelo rizado y sonrisa matadora, que me vuelve loco. Pero que he sido tan gilipollas de perder.

 Me restriego la cara, no debo seguir así. Ya no más. Esto no es sano. Pero, ¿Cuándo he hecho algo “sano” con mi vida?.
 

Me incorporo en la cama y pienso en nuestro último encuentro, no he parado de insultarme por haberme quedado callado, por no haberle dicho todo lo que tenía por dentro.

 Pero ¿Cómo decírselo? Es la primera vez en toda mi vida que me enamoro.

 Si es que hasta con pensarlo me estremezco, y no porque sea algo malo, porque, a decir verdad, ya lo he asimilado. Pero, aun así me resulta tan… raro, tan nuevo. Tan poco de mi.
 

Me levanto y observo mi habitación. Esta asquerosa, más ahora, que tengo dos días que no salgo de allí, si Roberto que es un sucio de lo peor se ha dado media vuelta al entrar llevándose las manos a la nariz, es que de verdad esto es un desastre.

 Aparto las cosas con el pie mientras voy hacia la mesa. Me siento y limpio un poco sobre ella antes de echar ese polvito blanco que en estos días es lo único que hace que no piense en ella. O que más reduce mis pensamientos hacia ella.
 

No suelo esnifar cocaína, de hecho, la primera vez que lo hice me pillo mi… _____. Y desde ese día no la volví a probar. Hasta hoy. Pues resulta que tengo tanto tiempo fumando marihuana que ya ni me hace efecto, que ahora la fumo por fumar, por simple adicción, pero ya no me hace alucinar como antes. Cuanto envidio a los fumadores nuevos por eso.
 

Así que, y viendo que necesito no pensar un buen rato, le pedí a Martín, mi tío y jefe, que me diera de esta mierda como propina por mis buenos trabajos.

 No rechistó, a él le da igual que yo me drogue, ¿Cómo importarle? Desde que le mataron a su mujer e hija se ha vuelto un tipo sin sentimientos, así que sin ningún problema me solicitó la droga que quisiese. Siempre y cuando yo siguiera haciendo mi trabajo bien.
 

En realidad, considero que no hago gran cosa: solo transporto la droga de un sitio a otro, si tengo que llevar un encargo especial a alguien, a veces soy responsable de ello y la suelo vender también a toda la basura que me encuentro en las noches, lo que me convierte en un camello, pero eso ya es mi negocio aparte.

 Martín, tiene pensando ascenderme, pero no estoy seguro de quererlo. Porque eso ya implica más responsabilidad, menos vida y más peligro. A fin de cuentas, se trata de el narcotráfico. Y aunque Martín no tiene tanta fama como otros ni tantos contactos, es peligroso y admito, que sabe muy bien lo que esta haciendo, así que no sería de extrañar que de aquí a unos pocos meses su nombre también entre esa tan codiciada (nótese mi sarcasmo) lista de narcotraficantes, que es lo que él quiere, pues eso significa que tiene poder.
 

Hice una línea pequeña y alargada, me detuve a mirarla un momento ¿Quién me iba a decir a mi que terminaría así? Como un puto drogadicto. Si lo hubiese sabido, nunca hubiese aceptado trasladarme a vivir aquí en Madrid con mis padres, me hubiese quedado con mis abuelos, en su pequeño pueblo, en el que nunca pasaba nada emocionante pero se estaba bien en verano.
 

Y no como estoy ahora, que desde que llegue a esta maldita cuidad hace hoy cuatro años mi vida ha ido cuesta bajo. No aquí, donde conocí lo peor. No aquí donde la conocí a ella y que sin darme cuenta se coló dentro de mi y ahora me atormenta el hecho de no tenerla.

 Sacudo la cabeza con fuerza, no hago más que joderme pensando en ese tipo de cosas.

 Esnifo con fuerza y me incorporo en la silla, respiro profundamente y sonrío. No tardo mucho en sentirme acelerado, pero al mismo tiempo bien, el efecto no suele durar mucho, no más de media o una hora, así que esnifo otro poco.
 

Me siento más despierto, pero de alguna manera relajado, sin el peso de todos mis malditos problemas.

 Me vuelvo a la cama y me tiro de golpe, cojo el móvil y me voy a mis imágenes. Y ahí esta ella. Con esa maldita sonrisa que me emboba, con esa mirada que me enternece.

Se me escapa una lagrima y me maldigo, ¿desde cuando lloro por nadie? Tiro el móvil lo más alejado de mi posible, a este paso se hará añicos. Me acomodo para dormir.
 

Y esto, es el lo que básicamente se ha basado mi vida en los últimos dos días, levantarme, esnifar o fumar y volver a dormir. A fin de cuentas, no hay nadie a quien parezca importarle.
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Buuuenas.
Ayer no subí, lo sé, porque tenía pensado haceros maratón.
¿Qué os a parecido? pienso que es bastante larga.
A si que, quiero cinco comentarios o más.
De nuevo muchas gracias por leer.
Os quiero mil.
 
 
 

 

10 comentarios:

  1. suiguente me gusta muchoooo tu novela tekiero sister

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  2. Ohhhhh,me encantaaa,jope,siguienteeee

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  3. Jope jope mnudos capitulos más intensos ... La verdad es que esta muy bien y han sido muy largos, ojalá Justin se de cuenta y aparezca en la casa de ella, vamos yo si fuese el no me daria por vencido ... SIGUIENTE -P

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  4. MADRE MIA, OJALÁ VUELVAN JUNTOS ...
    Creo que ella sabria perdonarlo, siguiente!

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  5. Ayyy dios qe boniita la novela me encantaaa espero el.siguiente :3

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  6. Que maratón más intrigante, ¿volverán juntos? SIGUIENTE PLEASE

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  7. Me a gustado mucho el maraton :)) Sigiente rapido!!

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  8. Diooos me encataa tu novela ojala vuelvan a estar juntoos me encantaaaa

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  9. Amé el maratón

    -Alba

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Ahora es tu turno para hacerme sonreír.